Nathan Baidez: “Los jóvenes necesitamos recuperar nuestra historia y reconocer el gran trabajo de los que nos preceden”
El joven escritor de veinte años, Nathan Baidez, presentó el pasado diecinueve de abril en Barcelona su estudio sobre la represión homosexual durante el franquismo bajo el título “Vagos, maleantes y…homosexuales”.
En este libro, Baidez analiza y describe con toda rigurosidad y sin complejos un período oscuro y dramático de la historia de España especialmente traumático para un colectivo que se vio abocado al silencio, la vergüenza y las más humillantes vejaciones, tanto por parte del poder establecido como de la propia sociedad e incuso la familia. Para "informativos.net" sorprende, sin duda, la objetividad de este jovencísimo autor que ha dejado al margen lo emocional, ampliamente literaturizado, para centrarse con toda exactitud en la manera que la homosexualidad era tratada bajo el punto de vista jurídico y médico en esa época. Sólo analizada de esta manera, el lector puede captar con toda exactitud el brutal nivel de represión y deshumanización a la que los homosexuales fueron sometidos. Según publicaba "Dos manzanas" apoyando a Baidez estuvieron nombres destacados como Miquel Iceta (portavoz del PSC), Antoni Ruiz (presidente de la Asociación Ex Presos Sociales), José Mantero (sacerdote y autor del prólogo), Carlos de Cires (empresario de turismo gay) o históricos del activismo catalán como Jordi Petit o Armand de Fluvià, entre otros. Durante la presentación el joven catalán agradeció a todos aquellos que han hecho posible la realización de este libro.
- Veinte años, y ya llevas mucho tiempo investigando sobre este tema... ¿qué lleva a alguien tan joven a preocuparse por un tema como la represión homosexual durante el franquismo?
Creo que precisamente mi juventud es el motivo. Los jóvenes necesitamos recuperar nuestra historia para conocer lo que nos precede, reconocer la gran tarea hecha por tantos y tantos militantes del movimiento y poder seguir luchando por todo lo que aún resta por caminar.
- ¿Cómo nace ‘Silencio', tu trabajo del instituto que abrió el camino a este libro?
De hecho, en el bachillerato hay una asignatura obligatoria: el trabajo de investigación donde se debe elaborar un estudio de temática libre que se enmarque dentro de alguna de las asignaturas que se cursan. La historia contemporánea de España siempre me ha atraído mucho y concretamente el franquismo, como comentaba ayer, por lo que aún supone en nuestra sociedad. Esto unido a que contamos con un material sumamente rico como son las vivencias de muchas personas que sufrieron en carne propia la represión hicieron que me decidiera por este tema en concreto.
- Cuando elegiste el tema... ¿cuáles fueron las reacciones en tu instituto y en tu entorno?
La reacción fue magnífica. He tenido la suerte de contar con unos profesores de una gran profesionalidad y de una mayor, si cabe, riqueza personal.
- En los últimos años ha habido otros dos libros destacados sobre este tema, como ‘El látigo y la pluma' y ‘Redada de violetas'... ¿qué opinión te merecen? ¿en qué se diferencia tu trabajo?
Para mí fueron y son un referente. Son unos estudios que abrieron camino y que tratan el período con una gran profesionalidad y rigurosidad científica. Mi trabajo intentaba sintetizar los estudios ya hechos, intentando centrarme más en los aspectos puramente jurídicos y médicos de la concepción homosexual en el período.
- ¿Has conocido personalmente a mucha gente que la sufriera? ¿Ha habido algún testimonio que te impactara especialmente?
Con la realización del trabajo he tenido la oportunidad de conocer a mucha gente que vivió de manera muy diversa la represión. Muchas de ellas, historias muy duras y si destacaría alguna es la que explico en el libro sobre Jordi Griset, que se sometió "voluntariamente" a una terapia de aversión.
- Legislación franquista... condena de la Iglesia Católica... valoraciones médicas considerando la homosexualidad como una enfermedad... ¿cuál de los tres elementos tuvo mayor peso en la represión de aquellos años?
Es todo una misma cosa, la legislación y la medicina actuaban como ramas de una ideología estrictamente represora que a su vez estaba influida muy profundamente por la religión católica y, en concreto, por la Iglesia.
- Décadas después, ¿qué ha cambiado en esta España desde la Ley de Vagos y Maleantes hasta la del matrimonio entre homosexuales? ¿Todos los grupos sociales han sabido evolucionar y aceptar los cambios?
Obviamente todos podemos observar que ha habido un cambio sustancial, no sólo en el hecho homosexual, sino también en la concepción de las relaciones sexuales, el papel de la mujer, etc. Lamentablemente algunas instituciones como la Iglesia católica continúan ancladas en el pasado, añorando el momento en el que controlaban la vida íntima de los españoles.
- ¿La transición a la democracia supuso también un ‘pacto de silencio' sobre la represión de la dictadura?
Totalmente. La transición pactó olvidar el pasado, con todo lo que ello conlleva. Por eso, no me cansaré de halagar la tarea de personas como Antonio Ruiz en la lucha por el reconocimiento de los derechos de los homosexuales represaliados.
- En los últimos días, la Asociación Ex Presos Sociales ha criticado al Gobierno por no atender sus peticiones para una reparación moral y económica...
Bueno, yo creo que en tres años hemos avanzado mucho más que en todas las legislaturas que nos preceden. Ha habido un estancamiento pero ayer mismo el Gobierno anunciaba el pacto al que habían llegado en lo que se refiere a la Ley de Memoria Histórica. Una máxima histórica dice que el primer paso para no repetir la Historia es conocerla...Exactamente con ese propósito es con el que se ha hecho el libro.
- Si dos manzanas son una cosa, dos peras otra totalmente diferente, y una manzana y una pera, o una pera y una manzana nunca son iguales que dos manzanas o que dos peras... ¿que le dirías a la autora de esta reflexión?
Gran reflexión ésta, ¿de qué autoridad filosófica es? [ríe]. Dejando de lado el sarcasmo creo que es intolerable que una persona que supuestamente debe representar a todos los ciudadanos de Madrid haga una reflexión de tal índole. De hecho aquí se pone de manifiesto su ignorancia hacía la cuestión homosexual. Espero que haya aprendido ya que todas las manzanas y las peras, se relacionen de la manera que quieran, son ciudadanos de pleno derecho y ella, como representante pública que es, debe luchar por su bienestar.
